Hija:
Del Señor recibiste la ternura,
don precioso que adorna tu persona
y a los tuyos ofreces sin mesura
inundando el ambiente con su aroma.
Es tu llanto expresión del sentimiento
que revela del alma la nobleza
cual caudal que supera el pensamiento
y atraviesa tu rostro con presteza.
Es tu risa, un himno de alegría
desbordante, sincera, contagiosa
que genera en todos simpatía.
Con donaire disfrutas de la vida,
realista, a veces fantasiosa,
pero grata, leal y desprendida